Forbes hizo un completo repaso sobre su trayectoria profesional marcada a los 26 años cuando decidió partir a Dinamarca, no solo para vivir en el país reconocido como el que ofrece una mejor calidad de vida, sino para entender en qué radicaba su alto nivel de desarrollo. Las respuestas no tardaron en llegar y, según el relato de Bárbara, al solo descender del avión constató que en Dinamarca, molinos de viento generaban la electricidad; que cada persona pagaba su boleto del Metro a través de su celular o que en los supermercados existían cajeros robóticos.
Lo anterior despertó el inmediato interés de Bárbara por la Innovación. Después de un tiempo regresó a Chile a hacer una maestría en esta materia, y luego viajó nuevamente a Estados Unidos para incorporarse a Singularity University, donde se prepara a los líderes del futuro.
Lo que vino después fue la aplicación de lo aprendido y, a partir de 2012, creó una empresa para asesorar a compañías en la generación de modelos disruptivos y, además, la primera academia de innovación que integra el talento femenino en la era digital en América Latina.
La red que creó incluye a mujeres que tienen entre 25 y 60 años y todas ellas ven cosas distintas e innovadoras en sus procesos de creación. Provienen del mundo de las ciencias sociales, del diseño, la arquitectura, la economía, las artes y otras actividades que rompen con los comportamientos habituales en su quehacer, para vincularse a lo digital y al mundo tecnológico.
Según adelantó en Forbes, Bárbara Silva quiere generar una beca para que más mujeres latinoamericanas puedan acceder a Singularity University, sueño que ella misma alcanzó.
Muy pocos chilenos han sido destacados en esta prestigiosa revista.