Rememorando a la escritora Irène Némirovsky, la presidenta de ChileMujeres, Francisca Junemann, reflexionó acerca de los sesgos inconscientes y las buenas prácticas de algunas empresas por la igualdad de género.
La autora rusa publicó en 1929 “David Golder” que se transformó en una celebrada novela, pero cuando la envió a la editorial lo hizo de manera anónima temiendo que la rechazaran por ser mujer y judía.
“Pienso que, tal vez, esta mujer, una de las grandes de la literatura universal, fue pionera en el currículum ciego, consciente de los sesgos inconscientes a los que se exponía”, escribió la socia de IWF Chile.
Dentro de los ejemplos citados, mencionó el caso de Scotiabank, “para aumentar la participación de mujeres en cargos de alta responsabilidad- los paneles mixtos de entrevistas para puestos ejecutivos, compuestos por hombres y mujeres y con una pauta de entrevistas idéntica para que todas las personas reciban el mismo trato por parte del panel, tanto en tiempo, forma y foco de las preguntas”.
Para leer la columna “Las Irène Némirovsky” , pinchar el siguiente link
